lunes, 7 de mayo de 2012

Cuando Sarkozy era SuperSarkozy.

Autor: European People's Party
Se acabó. Desde anoche, Nicolás Sarkozy ya no es presidente de Francia. Bueno, aún transcurrirá algo más de una semana hasta que sea relevado del cargo el próximo día 17 por el vencedor de los comicios de ayer, François Hollande. Y son muchos, muchísimos, los que se alegran desde España. Algunos, porque simpatizan con Hollande. La mayoría, sin embargo, se alegra sólo porque de un tiempo a esta parte ha aborrecido a Sarkozy. Ésta es la condición humana.

Sin embargo, es justo reconocerle algunos méritos al presidente saliente, y es que hubo un tiempo en el que fue SuperSarkozy. De hecho, empezó a serlo nada más tomó posesión de su cargo como Presidente de la República Francesa en Mayo de 2.007. Su primera acción heroica fue el rescate de las cinco enfermeras búlgaras y el médico palestino que habían sido condenados a muerte por un tribunal libio acusados de contagiar el sida a propósito a más de 400 niños en un hospital de Benghasi. Fue una primera medalla que colgar sobre su pecho, pero un pelín descolorida por el alto precio pagado.

En noviembre, apenas medio año después, y para sorpresa de todos, el Président Sarkozy se subía al Air Force One francés para ir a Yamena a interceder ante el Gobierno de Chad por los ciudadanos franceses y españoles que habían sido detenidos en una operación contra el tráfico de niños. Esa misma noche, aterrizaba en Madrid con las cuatro azafatas españolas que habían sido injustamente detenidas, para poco después continuar su viaje hasta París con los tres periodistas franceses liberados. Aquella noche dejó en evidencia a toda la diplomacia española, con Zapatero y el Rey Juan Carlos I a la cabeza.

Nueve meses más tarde, coincidiendo con el pistoletazo de salida de los Juegos Olímpicos de Beijing '08, el ejército ruso, cumpliendo ordenes del Tzar Putin I de todas las Rusias entraba en Georgia como un elefante en una cacharrería. Las reacciones de los líderes europeos fueron muy tímidas, y el aparato burocrático de la UE tardó en ponerse de acuerdo sobre la postura oficial a tomar. Entonces apareció él. Sin que nadie se lo esperara, SuperSarkozy, muy convencido del papel que estaba representando como presidente rotatorio de la UE, volvió a coger el avión presidencial francés para trasladarse a Moscú, donde cerró el acuerdo de paz que puso fin a aquel conflicto. Ningún presidente rotatorio, ni Van Rompuy  o Durão Barroso como máximos representantes de la UE han mostrado jamás el liderazgo que mostró SuperSarkozy, mientras fue SuperSarkozy.

Luego vendría el Sarkozy que todos tenemos en mente ahora que abandona el Elíseo por la puerta de atrás. El que deportó a los gitanos de nacionalidad rumana en 2010, como si no fueran ciudadanos europeos (o personas). El Sarkozy que cerró su frontera con Italia cuando estalló la Primavera Árabe, para protegerse egoístamente de la avalancha de refugiados tunecinos. El Sarkozy que forma la mitad de Merkozy. El Sarkozy que tantos ataques ha lanzado últimamente contra Schengen. Pero sobretodo, nos viene a la mente el Sarkozy que para ganar votos contra Hollande ha pisado mil y una vez el nombre de España.

Tal vez por eso sea conveniente recordar que este hombre bajito, feucho y narizón que tan mal nos cae hoy fue un día, no hace tanto, SuperSarkozy. Y a mí entonces me caía bien.

Bonus Track: OK, durante la guerra de Osetia del Sur el presidente ruso era Dmitri Medvédev. Pero, ¿acaso Putin ha dejado de ser el Tzar de todas las Rusias alguna vez desde que se hizo con el trono en mayo del 2.000? Pues eso.

Bonus Track 2: No he comentado nada de su papel en la liberación de Ingrid Betancourt porque aunque trabajó muy duro para conseguirla, al final fue una operación militar dirigida por el ejército colombiano quien la liberó.




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