sábado, 31 de marzo de 2012

Ucrania y sus aspiraciones europeas.

Hoy es un día señalado en la agenda del presidente ucraniano Víktor Yanukóvych, pues si todo sale como está previsto, al final del día su ministro de exteriores Kostyantyn Hryshchenko habrá firmado un acuerdo de estabilización y asociación con la Unión Europea. Sin embargo, el acuerdo no será ratificado por las instituciones europeas hasta finales de año, si y sólo si Ucrania cumple una serie de condiciones.

Entre estas condiciones está la puesta en libertad de la que fuera Primera Ministra ucraniana hasta Marzo de 2.010, Yulia Tymoshenko, en prisión desde agosto de 2.011 por un supuesto delito de abuso de poder y "traición a la Patria". Estos delitos se habrían producido durante la firma de los acuerdos que pusieron fin a la Crisis del Gas con Rusia en enero de 2.009. Ciertamente, la vida, obra y milagros de la "Princesa del gas" dan para escribir una trilogía como la de El Señor de los Anillos, y no es mi intención extenderme demasiado con los detalles.

Yulia Tymoshenko
Por diversas circunstancias, Bruselas tiene serias dudas de que el arresto y procesamiento de Tymoshenko se ajusten a la legalidad  internacional; más aún cuando el abogado de la ex-Primera Ministra ha puesto en boca del propio Yanukóvych que "el juicio a Tymoshenko tiene poco que ver con la Justicia entendida según los estándares europeos". De ahí que Bruselas sospeche que la motivación subyacente para encarcelarla sea la de inhabilitarla para las elecciones presidenciales que se celebrarán en otoño de este año. Sin embargo, y conociendo los antecedentes de Tymoshenko, yo no me atrevería a cuestionar las acusaciones de abuso de poder y traición a la Patria, aunque habría que reconocerle ciertos atenuantes dada la presión que sufrió en aquellos días por parte de diversos países de la UE para que pusiera fin como fuera a aquella crisis.

Pero, ante todo, lo que deberíamos cuestionarnos es si un país con semejante cuadro está preparado para dar ningún paso hacia Europa. Sin ir más lejos, hoy mismo hemos conocido los detalles de un escalofriante caso de violencia, donde estaban implicados hijos de una ex-alcaldesa y un ex-fiscal de la ciudad de Mykolaiv. Lo más espeluznante del caso, a parte de la crueldad intrínseca del crimen cometido, es que estos "hijos de" fueron rápidamente puestos en libertad, demostrando el servilismo y la poca independencia que caracteriza a la justicia ucraniana. Afortunadamente, esta vez, la presión de la sociedad ucraniana parece que va a conseguir que estos desalmados paguen por sus delitos.

Hablantes nativos de ruso en Ucrania.
Por último, quedaría por tratar todo lo referente a la presencia rusa en Ucrania. Por un lado, resulta evidente que Ucrania no respeta los derechos de la importante minoría rusa que vive en el país (aproximadamente, un 17%), al haber impuesto el idioma ucraniano como única lengua oficial del estado, desterrando al ruso de todos los ámbitos de la vida pública. Como contrapartida, Rusia posee en Sevastopol la base principal de su flota en el mar Negro, y ejerce una importante presión en el gobierno ucraniano. De hecho, no me cabe la menor duda de que si Ucrania no se ha unido todavía a la OTAN ha sido porque Rusia no le ha dado permiso.

Se ha llegado incluso a plantear que en el hipotético caso de que Ucrania acabara uniéndose a la UE en un futuro próximo, probablemente sería previa partición del país en dos, siendo el río Dniéper el que marcaría la nueva frontera. Y es que la afinidad política de la mitad oriental es claramente pro-rusa, mientras que la mitad occidental es mucho más europeísta, existiendo además claras diferencias en cuanto al desarrollo económico y poder adquisitivo entre estas mitades, siendo la parte pro-rusa mucho más rica que la parte occidental del país. En cuanto a Crimea, posiblemente cayera del lado ruso, o incluso podría formar un estado nuevo independiente.

Y, ¿si desaparecieran tanto la corrupción política y judicial, amén de las injerencias rusas? ¿Sería Ucrania un buen candidato para la ampliación de la UE? Bueno, creo que la corrupción política y judicial podría desaparecer y seguir siendo Ucrania, pero a día de hoy me resulta muy difícil concebir una Ucrania libre de toda injerencia rusa, incluso en el supuesto de la partición, por lo que sería muy poco realista pretender que Ucrania pueda integrarse satisfactoriamente en la UE a corto o medio plazo.

Bonus track: Últimamente se ha puesto de moda emplear el término "ucranio" en vez de "ucraniano". Como habréis deducido, a mí este nuevo palabro no me gusta, y no lo uso. Ahora bien, me intriga saber el porqué de esta tendencia.




lunes, 26 de marzo de 2012

Las Políticas Europeas de Vecindad I: Bielorrusia


Si algo ha caracterizado desde siempre a la Unión Europea ha sido el esfuerzo que ha realizado desde su nacimiento por mantener siempre la mejor de las relaciones posible con sus vecinos. Fruto de estos esfuerzos han sido por una lado la Ampliación Europea, y por otro la Política Europea de Vecindad. Sin embargo, del mismo modo que la Ampliación no puede ni debe mantenerse hasta el infinito, las Políticas Europeas de Vecindad también han de restringirse en ciertos casos.

Aleksandr Lukashenko
Un ejemplo de lo que hablo es Bielorrusia, un estado europeo que comparte fronteras con Polonia, Lituania y Letonia, pero con quien la UE apenas mantiene relaciones diplomáticas. A esta situación se ha llegado según la versión oficial europea porque el régimen de Aleksandr Lukashenko, en el poder desde 1994, "dista mucho de ser democrático". Las relaciones se enfriaron inmediatamente, en 1995, cuando Bielorrusia se quedó fuera de las Políticas Europeas de Vecindad; y aunque la presidencia polaca de la UE tratara de reconducir la situación a través de la creación del Eastern Partnership en el año 2008, lo cierto es que apenas si ha cambiado algo.

No es el objetivo de este post el cuestionar si hay o no una dictadura en Bielorrusia (que la hay), sino el cuestionar si las razones de la UE para romper las relaciones diplomáticas con Bielorrusia son las que dicen ser. Porque si tanto le cuesta a la UE llevarse bien con un régimen antidemocrático y déspota como el de Lukashenko, ¿cómo se explica lo bien que se ha llevado hasta el estallido de las revueltas árabes de 2011 con las dictaduras norteafricanas de Ben Ali, Gadafi y Hosni Mubarak? Igualmente, ¿cómo se explica el Estatus Avanzado del que disfruta Marruecos?

Mi propuesta como Presidente de Europa no será la de cambiar el statu quo con Bielorrusia, sino el de poner fin a los eufemismos y llamar a cada cosa por su nombre. Con Bielorrusia no hay buenas relaciones porque se trata de un régimen comunista situado a las puertas de Europa y que además es prorruso (unas veces más que otras), y deliberadamente antiestadounidense . Para más inri, ni siquiera tiene ni petróleo, o la soberanía necesaria sobre las conducciones de gas que lo atraviesan para traer el gas ruso a Europa como para resultar un socio interesante. Por todo esto, la UE le ha dado la espalda a Bielorrusia. Que tenga una dictadura o no, es sólo la excusa.


Bonus track: El pueblo bielorruso no se merece el castigo que tiene con Lukashenko, y debería de ser una prioridad de la UE derrocar ese régimen y liberar las cárceles llenas de disidentes bielorrusos cuyo único delito es pensar. La cuestión es cómo hacer eso sin provocar un conflicto grave con Rusia. Y por supuesto, cómo hacerlo sin recurrir a una intervención militar.

miércoles, 7 de marzo de 2012

¿Qué hacemos con Chipre?


Desde que en 1983 se produjera la declaración de independencia de la República Turca del Norte de Chipre (RTNC) con la indispensable colaboración de Turquía, Chipre se encuentra dividido de facto en dos estados distintos, a pesar de que en todo el mundo, sólo Turquía reconoce a la RTNC como un estado independiente. Y es esta falta de reconocimiento internacional una de las causas principales del desconocimiento general por parte de la mayoría de la población europea de la realidad socio-política chipriota.

Distribución etnográfica de Chipre en 1960
Todo comenzó mucho antes. Para no extenderme demasiado con los antecedentes, resumiré un poquito la historia empezando por la invasión y conquista otomana de la isla entre 1570 y 1571. Este acontecimiento marcó el comienzo de la migración desde Anatolia de miles de musulmanes turcos que, durante los siguientes cuatro siglos convivieron más o menos de forma pacífica, aunque sin apenas mezclarse, con la población autóctona de la isla, que era mayoritariamente de origen griego y fé ortodoxa. En 1878, como consecuencia colateral de la Guerra Ruso-Turca de 1877-1878, Chipre pasa a ser un protectorado británico; y en 1914, con el estallido de la Primera Guerra Mundial es convertido oficialmente en colonia británica. Prácticamente al mismo tiempo, las revueltas populares en el Principado de Creta culminan con la desvinculación de éste del Imperio Otomano y su integración en el estado Griego. Esta sublevación se puede considerar como la antesala de las revueltas panhelenístas en Chipre. Sin embargo, la importante minoría turca de la isla se opuso frontalmente a la posibilidad de acabar siendo una minoría étnica en un estado griego. Finalmente, en 1960 Chipre obtiene su independencia del Reino Unido, tras una serie de reuniones en las que participaron delegados británicos, turcos y griegos. Como resultado de éstas, se escribe una complicadísima Constitución para el recién nacido estado chipriota que protegiera a la minoría turca de la isla, y que impide formalmente la integración de la isla en Grecia. Así mismo, el Reino Unido conservaría dos bases militares en el territorio chipriota: Acrotiri y Dhekelia.

A lo largo de la siguiente década, las tensiones interétnicas fueron en aumento, culminando en 1974 con un golpe de estado grecochipriota. Este golpe de estado fue orquestado y apoyado desde Grecia, que en aquel momento se encontraba bajo la "Dictadura de los Coroneles", y pretendía la anexión total de la isla por parte del estado griego. La respuesta turca fue inmediata. Más de 30.000 soldados turcos invadieron el norte de la isla, expulsando a la población grecochipriota hacia el sur, y llegando a poner sitio a Nicosia. Como consecuencia de esta invasión, miles de familias grecochipriotas tuvieron que migrar al sur de la isla, al tiempo que los turcochipriotas del sur migraron hacia el norte. Actualmente, fuerzas de Naciones Unidas (UNFICYP) mantienen un área de seguridad entre el norte turco y el sur griego, que atraviesa, no sólo la isla, sino también su capital, Nicosia.

Desde entonces se han sucedido diversos intentos por parte de la ONU para reunificar la isla, todos ellos sin éxito. Además, Turquía ha amenazado en repetidas ocasiones con anexionarse la RTNC en caso de que fracasen las negociaciones de paz. La última de ellas, esta semana.

Monumento turco al Coronel Karaoglanoglu
Cuando sea Presidente de Europa, me veré obligado a tomar cartas en el asunto. Y el asunto, como ya he expuesto, es complicado. Pero a pesar de todas las dificultades que plantea la reunificación de Chipre, ése debe de ser el objetivo a perseguir, dado que cualquier otra solución pasaría por el reconocimiento de una derrota política, diplomática y militar de Europa. Ante todo, lo que no se puede consentir es que el conflicto permanezca enquistado en el olvido. Para empezar, sustituiré progresivamente las tropas de la UNFICYP por tropas del Eurocuerpo, aunque sólo sea por una simple cuestión de orgullo (los problemas de Europa, los atiende Europa). Habría que estudiar sobre el terreno y muy detenidamente si 40 años después de la invasión merece la pena luchar por un Chipre multicultural y unido, o si ya es demasiado tarde. En cualquier caso, habrá que presionar a Turquía bloqueando todas las relaciones diplomáticas y comerciales UE-Turquía a todos los niveles, para forzarla a abandonar la isla, puesto que lo que ocurrió en 1974  fue una invasión militar en toda regla. Y una invasión ilegal.

Con la retirada de las tropas turcas, los turcochipriotas tendrán dos opciones. O bien se quedan en Chipre, cuyo gobierno deberá de garantizar el respeto a la minoría turca (uno de los pilares fundamentales de la UE), o si tan turcos son, se marchan a Turquía. En este punto creo conveniente recordar que la RTNC tiene ahora mismo poco más de 200.000 habitantes, de los cuales, varias decenas de miles son militares turcos. Desgraciadamente, creo que a estas alturas, los turcochipriotas y los grecochipriotas no quieren verse ni en pintura. Así que tal vez, sean muy pocos los turcochipriotas que decidieran quedarse. En cualquier caso, de lo que no cabe la menor duda es de que al gobierno turco le supondrá menos costes económicos el realojamiento en Turquía de 200.000 personas que mantener durante otros 40 años la ocupación militar del norte de Chipre.

Por otro lado, quedaría por resolver la cuestión de las bases militares de Acrotiri y Dherkelia, que aún mantiene el Reino Unido en la isla. Aquí surgen varias posibilidades, pero ninguna de ellas es el mantenimiento de la soberanía británica. ¿Qué sentido tiene que un estado europeo tenga bases militares en otro? Es como si las Fuerzas Armadas Extremeñas tuvieran bases militares en la isla de El Hierro. Así pues, propondría que Dherkelia, por estar en la frontera con la parte turcochipriota, pasase a ser una base militar del Eurocuerpo, al mando de un general grecochipriota; mientras que restituiría de forma completa la soberanía sobre Acrotiri al gobierno chipriota, al menos mientras dure la integración de todas las fuerzas armadas europeas en el Eurocuerpo. Y todo esto, sin perjuicio de los aproximadamente 7.500 ciudadanos británicos que actualmente viven en estas bases, claro. Si se quieren quedar en la isla, se podrán quedar, siendo libres de escoger la nacionalidad chipriota o la británica.

Bonus Track: ¿Cómo es posible que Turquía sea candidato oficial para la ampliación de la UE sin que se haya solucionado el conflicto de Chipre?





viernes, 2 de marzo de 2012

La emancipación militar de Europa y el fin de la OTAN

Al término de la Segunda Guerra Mundial, la ambición de la Unión Soviética por dominar Europa del Este preocupaba y mucho al resto de países europeos. Francia, Bélgica, Luxemburgo, Reino Unido y Países Bajos fueron los primeros en apostar por la creación de una alianza militar en la Europa occidental que les otorgara un mínimo de posibilidades de mantener su independencia frente a un cada vez más agresivo "Monstruo Comunista", y juntos firmaron en marzo de 1948 el Tratado de Bruselas, en virtud del cual nacía una jovencísima Alianza Atlántica.

En principio, Estados Unidos se mostró reacio a participar de los asuntos europeos. Sin embargo, fueron suficientes un par de avances soviéticos sobre posiciones de Europa central para hacerles cambiar de opinión. Concretamente, me estoy refiriendo al "Golpe de Praga" y el bloqueo de Berlín de 1948. Estos hechos, junto con el estallido de la guerra civil en Costa Rica precipitaron (al parecer) la firma, el 4 de abril de 1949 del Tratado de Washington, por el cual se incorporaban a la Alianza no sólo Estados Unidos, sino también Canadá, Dinamarca, Islandia, Noruega y Portugal.

Llegados a este punto, me gustaría hacer hincapié en cómo hemos pasado, en poco más de un año, de Bruselas a Washington. Porque, si bien la OTAN nace en Europa, es Estados Unidos el que a partir de ese momento va a estar de facto al mando. Y, si bien es cierto que ya antes de la aparición en escena de la OTAN, Estados Unidos contaba con un importante contingente de tropas desplegadas en Europa, no es menos cierto que con el nacimiento de la OTAN este despliegue militar va a contar con una coartada sin parangón para mantener y eventualmente aumentar su presencia en Europa. De hecho, fue esta asimetría en el planteamiento de la alianza, así como la preeminencia estadounidense en ella, la que adujo Charles de Gaulle en 1959 para retirarse él y su Francia de la estrategia militar de la OTAN, recuperando el control de todas las bases militares que Estados Unidos tenía en su territorio. Y no fue hasta 2008, ya bajo la presidencia de Nicolás Sarkozy, que Francia volvió a integrarse plenamente en la Alianza.

Ahora bien, si la OTAN surge como una estrategia defensiva de una Europa famélica y en plena posguerra frente al poderío militar de la Unión Soviética, ¿qué sentido tiene mantener la Alianza hoy en día? Porque si a la desaparición de la Unión Soviética y la desintegración del Pacto de Varsovia sumamos la aparición en escena de una Unión Europea cada vez más cohesionada, tenemos razones más que suficientes para creer que Europa ya es capaz de defenderse por sí misma.

Por otra parte, resulta contradictorio que dentro de la UE haya varios estados que no forman parte de la OTAN, como son Austria, Suecia, Finlandia, Chipre y Malta. ¿Y el resto sí? No, o todos o ninguno. Y yo me inclino más por el abandono en bloque de toda la UE, lo que significaría la desintegración virtual de la Alianza, con la recuperación de todas las bases militares que a día de hoy permanecen ocupadas por Estados Unidos. Y para suplir el vacío que deje la OTAN, popondría la incorporación inmediata de todos los estados miembros de la UE en el Eurocuerpo, un cuerpo armado europeo multinacional que surgió de la cooperación franco-alemana durante la Cumbre de La Rochelle en 1992, entre François Mitterrand y Helmut Kohl, y al que se han incorporado con posterioridad Bélgica, España y Luxemburgo. Por cierto, la sede de los cuarteles generales del Eurocuerpo está en Estrasburgo. Así pues, con la reinvención de este ejército y su elevación a la categoría de Fuerzas Armadas de la UE, creo que se compensaría lo suficiente a Francia por la eliminación de las sesiones parlamentarias en la capital alsaciana.

Con la desintegración de la OTAN y la incorporación al Eurocuerpo del resto de miembros de la UE, la Unión adquiriría plena independencia militar. Independencia que, a día de hoy está como poco en entredicho.

Bonus Track: Soy conocedor de los deseos de Irlanda por mantener su posición neutral en cualquier conflicto futurible. Y yo no voy a obligar a nadie a meterse en una guerra ajena. No obstante, Irlanda tiene un ejército, y de lo que se trata es de que éste se integre con el resto de efectivos europeos en un mismo cuerpo, y bajo un mismo mando. Y la integración, en mi Europa, no será negociable.