lunes, 7 de mayo de 2012

Cuando Sarkozy era SuperSarkozy.

Autor: European People's Party
Se acabó. Desde anoche, Nicolás Sarkozy ya no es presidente de Francia. Bueno, aún transcurrirá algo más de una semana hasta que sea relevado del cargo el próximo día 17 por el vencedor de los comicios de ayer, François Hollande. Y son muchos, muchísimos, los que se alegran desde España. Algunos, porque simpatizan con Hollande. La mayoría, sin embargo, se alegra sólo porque de un tiempo a esta parte ha aborrecido a Sarkozy. Ésta es la condición humana.

Sin embargo, es justo reconocerle algunos méritos al presidente saliente, y es que hubo un tiempo en el que fue SuperSarkozy. De hecho, empezó a serlo nada más tomó posesión de su cargo como Presidente de la República Francesa en Mayo de 2.007. Su primera acción heroica fue el rescate de las cinco enfermeras búlgaras y el médico palestino que habían sido condenados a muerte por un tribunal libio acusados de contagiar el sida a propósito a más de 400 niños en un hospital de Benghasi. Fue una primera medalla que colgar sobre su pecho, pero un pelín descolorida por el alto precio pagado.

En noviembre, apenas medio año después, y para sorpresa de todos, el Président Sarkozy se subía al Air Force One francés para ir a Yamena a interceder ante el Gobierno de Chad por los ciudadanos franceses y españoles que habían sido detenidos en una operación contra el tráfico de niños. Esa misma noche, aterrizaba en Madrid con las cuatro azafatas españolas que habían sido injustamente detenidas, para poco después continuar su viaje hasta París con los tres periodistas franceses liberados. Aquella noche dejó en evidencia a toda la diplomacia española, con Zapatero y el Rey Juan Carlos I a la cabeza.

Nueve meses más tarde, coincidiendo con el pistoletazo de salida de los Juegos Olímpicos de Beijing '08, el ejército ruso, cumpliendo ordenes del Tzar Putin I de todas las Rusias entraba en Georgia como un elefante en una cacharrería. Las reacciones de los líderes europeos fueron muy tímidas, y el aparato burocrático de la UE tardó en ponerse de acuerdo sobre la postura oficial a tomar. Entonces apareció él. Sin que nadie se lo esperara, SuperSarkozy, muy convencido del papel que estaba representando como presidente rotatorio de la UE, volvió a coger el avión presidencial francés para trasladarse a Moscú, donde cerró el acuerdo de paz que puso fin a aquel conflicto. Ningún presidente rotatorio, ni Van Rompuy  o Durão Barroso como máximos representantes de la UE han mostrado jamás el liderazgo que mostró SuperSarkozy, mientras fue SuperSarkozy.

Luego vendría el Sarkozy que todos tenemos en mente ahora que abandona el Elíseo por la puerta de atrás. El que deportó a los gitanos de nacionalidad rumana en 2010, como si no fueran ciudadanos europeos (o personas). El Sarkozy que cerró su frontera con Italia cuando estalló la Primavera Árabe, para protegerse egoístamente de la avalancha de refugiados tunecinos. El Sarkozy que forma la mitad de Merkozy. El Sarkozy que tantos ataques ha lanzado últimamente contra Schengen. Pero sobretodo, nos viene a la mente el Sarkozy que para ganar votos contra Hollande ha pisado mil y una vez el nombre de España.

Tal vez por eso sea conveniente recordar que este hombre bajito, feucho y narizón que tan mal nos cae hoy fue un día, no hace tanto, SuperSarkozy. Y a mí entonces me caía bien.

Bonus Track: OK, durante la guerra de Osetia del Sur el presidente ruso era Dmitri Medvédev. Pero, ¿acaso Putin ha dejado de ser el Tzar de todas las Rusias alguna vez desde que se hizo con el trono en mayo del 2.000? Pues eso.

Bonus Track 2: No he comentado nada de su papel en la liberación de Ingrid Betancourt porque aunque trabajó muy duro para conseguirla, al final fue una operación militar dirigida por el ejército colombiano quien la liberó.




sábado, 28 de abril de 2012

¿Suspensión temporal de Schengen o pantomima?

Hoy 28 de abril es un día gris en España. Algunos pensaréis que la culpa la tiene aquella ciclogénesis explosiva que entró a mitad de semana por Galicia y que todavía está con nosotros. Sí y no. Bien es cierto que Petra (que así se llama la bendita borrasca), nos ha robado a todos por unos días nuestra ansiada primavera, pero de lo que yo quería hablar ahora es de la cuasi desapercibida suspensión temporal de Schengen que entró en vigor a media noche de hoy.

Antiguo puesto fronterizo en Portalet d'Aneu
Como bien sabéis los que me seguís, para mí Schengen es un pilar fundamental de la UE, sin el cual Europa no es nada. Ahora bien, ¿qué es exactamente lo que está pasando en nuestras fronteras? Bajo mi punto de vista, resulta demasiado pretencioso hablar de la suspensión (temporal o no) de Schengen cuando la medida sólo afecta a la frontera entre España y Francia, manteniéndose la libertad de circulación entre España y Portugal que garantiza el tratado europeo; si bien es cierto que cerrar la frontera francesa significaría en la práctica cerrar la frontera con la mayor parte de Europa.

Y en la frontera francesa, ¿qué está ocurriendo? Pues por lo visto, lo único que vamos a encontrar si queremos entrar a España a través de Francia son controles policiales establecidos por la guardia civil y la policía nacional en las carreteras, a todo lo largo de frontera. Además, se están haciendo controles en las estaciones de tren que comunican Cataluña con el otro lado de los Pirineos. Estos controles (según la versión oficial) están pensados para prevenir y disuadir la entrada en España de "radicales antisistema" que pudieran venir a Barcelona para protestar y, de paso, cometer actos vandálicos con motivo de la cumbre del Banco Central Europeo que se celebra en la Ciudad Condal el próximo 3 de Mayo.

En la memoria de todos están los altercados que se produjeron durante la huelga general del pasado 29 de marzo. Según he oído este medio día en el telediario, estos radicales antisistema cuya llegada se pretende evitar, serían en su mayor parte ciudadanos griegos e italianos. Y yo me pregunto, los vándalos que atentaron contra el mobiliario urbano en Barcelona el 29 de marzo, ¿de dónde eran? ¿Griegos? ¿Italianos? ¿O eran todos españoles? Y, siendo como eran españoles todos, ¿por qué se señala directamente a nuestros vecinos italianos y griegos como sospechosos de ser vándalos y delincuentes? Por otro lado, si queremos blindar Barcelona para la susodicha cumbre, ¿por qué no cerramos también las fronteras de Cataluña con Aragón y la Comunidad Valenciana? O mejor aún, ¿no sería más eficaz cerrar los accesos a la provincia de Barcelona desde las limítrofes Tarragona, Lleida y Girona? ¿Por qué hacer controles aleatorios en la frontera francesa y decir que se está suspendiendo Schengen, cuando en realidad todo es un paripé montado para parecer que se hace algo cuando en realidad no se está haciendo nada?

Porque la realidad es que no se está haciendo nada. Y es que a ningún ciudadano europeo se le está impidiendo entrar en España por la frontera francesa, a menos que se trate de un delincuente en busca y captura o que esté fichado por la policía. En los controles, la guardia civil está requisando "material peligroso" como navajas o bates de béisbol. Claro, todos sabemos que en Barcelona es casi imposible comprar una navaja. (sic)

Mi opinión es que todo esto es una maniobra más para eliminar derechos y libertades de los ciudadanos, y una puñalada más contra  Schengen. Porque, si bien esta medida no es realmente una suspensión del tratado que garantiza la libre circulación de ciudadanos entre los países firmantes (que ni son todos los miembros de la UE, ni pertenecen todos a la UE), sienta las bases para que finalmente se aprueben las restricciones a Schengen que Francia y Alemania vienen reclamando desde hace algunas semanas.

Falta por saber si todo este circo (que no suspensión) que estamos viviendo y vamos a vivir durante esta semana ha sido idea de nuestro Gobierno para curarse en salud y evitar que pueda nadie culparlo por no haber hecho nada para prevenir los altercados que muy presumiblemente van a tener lugar, o si ha venido impuesto, como tantas otras cosas, por el eje París-Berlín.

Huelga decir que, en cualquier caso, si yo fuera ahora mismo el Presidente de Europa, no hubiera consentido bajo ningún concepto que se menoscabara el nombre de Schengen para montar este paripé. Porque sin Schengen, repito una vez más, Europa no es nada.

viernes, 13 de abril de 2012

Las Políticas Europeas de Vecindad II: Marruecos

Como ya comenté hace un par de semanas, las Políticas Europeas de Vecindad, no se pueden ni deben aplicar indiscriminadamente a todos los vecinos de la UE, a pesar de las ventajas que en materia de seguridad y estabilidad pudiera conferir a la Unión.

Si en el caso de Bielorrusia, las razones esgrimidas por Bruselas para marginarles diplomáticamente son el régimen dictatorial de Lukashenko y las continuas violaciones de los derechos humanos, estos mismos argumentos podrían emplearse, sin necesidad de maquillaje alguno, para vetar cualquier relación de amistad con Guinea Ecuatorial, Corea del Norte, o Marruecos.

De estos tres Jardines del Edén, quizás Corea del Norte sea el único que goza del estatus que merece, es decir, marginado, señalado y demonizado; pues con Guinea Ecuatorial, al tener unos bonitos yacimientos petrolíferos, mantenemos una relación más que cordial. No obstante, es Marruecos el que goza de unas relaciones más fuertes, amistosas y afianzadas con la UE, y el único de los tres que, por su situación geográfica, goza de los beneficios de las Políticas Europeas de Vecindad.

Y yo me pregunto, ¿a quién benefician todos los acuerdos firmados entre la UE y Marruecos? ¿A los ciudadanos marroquíes? ¿A los europeos? Yo no lo veo claro, pero diría que ni a unos ni a otros. Pero desde luego, a quién no beneficia nada es a los agricultores españoles. A mí, particularmente  me da muchísima rabia cada vez que voy al supermercado a comprar judías verdes para hacer un arroz con verduras (que me sale riquísimo, por cierto), y sin importar a qué supermercado vaya, sólo encuentro bajocas marroquíes. ¡Y vivo en Murcia! Murcia, "la huerta de España". Pues parece que, o bien no tenemos judías en la huerta del Segura, o sale más barato traerlas de Marruecos.

Es un sin sentido absoluto. Para empezar, los agricultores europeos están sometidos a una serie de leyes que regulan desde la afiliación a la Seguridad Social (más de 200 euros al mes ha de pagar un agricultor autónomo en España), el salario mínimo que deben pagar a los jornaleros que contraten, y hasta el tipo y cantidad de productos fitosanitarios que pueden emplear en sus cultivos. Y, sin embargo, los agricultores marroquíes no están sujetos a ninguna regulación por parte de la UE, pudiendo pagar jornales más bajos, sin necesidad de estar pagando ninguna seguridad social, y siendo libres para emplear los plaguicidas más baratos del mercado, aunque la UE los haya prohibido por su toxicidad para el hombre, las abejas, los peces o en general, el medio ambiente.

Por otro lado, están los acuerdos pesqueros, en virtud de los cuales Marruecos siempre ha hecho negocio con las aguas territoriales saharauis, ¡cómo si el Sáhara Occidental fuese una provincia más de Marruecos! Lo triste es que el Sáhara Occidental sí es, de facto, una provincia  más dentro del Reino Alauita. O, más exactamente, dos regiones (El Aaiún-Bojador-Saguia el Hamra y Río de Oro-La Güera) y media (Guelmim-Esmara, cuya mitad sur pertenece al territorio saharaui). Otra cosa es que yo esté de acuerdo con que sea así, pero la Cuestión Saharaui es motivo de un post completo (por lo menos) y éste ya me está quedando demasiado largo (como casi siempre). En cualquier caso, los acuerdos pesqueros no han sido renovados, precisamente porque por fin la UE ha considerado que en este caso particular, Marruecos hace negocio ilegalmente con las aguas saharauis. Sólo falta por ver hasta cuando durará el bloqueo del Parlamento Europeo y si no se volverán a firmar nuevos acuerdos pesqueros con Marruecos antes de que acabe el año.

Por último, me gustaría señalar que a pesar de todos los privilegios que la UE ha otorgado a Marruecos, este no es ni mucho menos el mejor de los amigos que podemos tener ahí afuera. Porque sigue reclamando la devolución de Ceuta y Melilla (has leído bien, "devolución", como si alguna vez hubieran sido marroquíes); y porque, puestos a pedir, también reclama las islas Canarias como propias. Y yo me pregunto, ¿de qué nos sirve que el rey de España sea íntimo amigo de Mohamed VI?
Juan Carlos I conversando con un jovencísimo Mohamed VI en 1975.

Por todos esto, cuando yo sea El Presidente de Europa, romperé en mil trocitos todos los acuerdos firmados con Marruecos, poniendo como condiciones para retomar las relaciones de amistad el fin de la ocupación del Sáhara Occidental, así como de sus pretensiones imperialistas sobre el archipiélago Canario y las ciudades españolas de Ceuta y Melilla. Me cuesta creer que Mohamed VI pudiera acceder alguna vez a estas peticiones; pero si lo hiciera, jamás firmaría con él ningún acuerdo económico que perjudicara los intereses económicos de los agricultores europeos.

Bonus Track: Al hablar de las judías para ilustrar cómo los productos agrícolas marroquíes invaden el mercado español, y asfixian la economía de los pequeños productores europeos me he acordado de una anécdota sobre Catón el Viejo. Este censor se hizo conocido por terminar todos sus discursos, fuesen del tema que fuesen, con la locución "Ceterum censeo Carthaginem esse delendam"que se traduce como "además opino que Carthago debe ser destruida". Según cuentan, en una de sus intervenciones más famosas ante el Senado dejó caer deliberadamente del bolsillo un par de higos. Tras dejar que los senadores alabaran su tamaño y calidad, señaló que procedían de Carthago, acusando a ésta de competencia desleal y de estar colapsando la economía romana. Sin embargo, se trataba de higos cultivados en su propio huerto y, en el fondo, la mayoría de los senadores lo sabía. Aún así, se salió con la suya, aunque no vivió para verlo. Bueno, pues quisiera aclarar que yo no quiero parecerme a Catón el Viejo: ni he editado la etiqueta de las judías con el photoshop, ni deseo la destrucción de Marruecos. Toda hostilidad que pueda verse reflejada en este blog va contra regímenes políticos concretos, y nunca contra sus ciudadanos.



sábado, 31 de marzo de 2012

Ucrania y sus aspiraciones europeas.

Hoy es un día señalado en la agenda del presidente ucraniano Víktor Yanukóvych, pues si todo sale como está previsto, al final del día su ministro de exteriores Kostyantyn Hryshchenko habrá firmado un acuerdo de estabilización y asociación con la Unión Europea. Sin embargo, el acuerdo no será ratificado por las instituciones europeas hasta finales de año, si y sólo si Ucrania cumple una serie de condiciones.

Entre estas condiciones está la puesta en libertad de la que fuera Primera Ministra ucraniana hasta Marzo de 2.010, Yulia Tymoshenko, en prisión desde agosto de 2.011 por un supuesto delito de abuso de poder y "traición a la Patria". Estos delitos se habrían producido durante la firma de los acuerdos que pusieron fin a la Crisis del Gas con Rusia en enero de 2.009. Ciertamente, la vida, obra y milagros de la "Princesa del gas" dan para escribir una trilogía como la de El Señor de los Anillos, y no es mi intención extenderme demasiado con los detalles.

Yulia Tymoshenko
Por diversas circunstancias, Bruselas tiene serias dudas de que el arresto y procesamiento de Tymoshenko se ajusten a la legalidad  internacional; más aún cuando el abogado de la ex-Primera Ministra ha puesto en boca del propio Yanukóvych que "el juicio a Tymoshenko tiene poco que ver con la Justicia entendida según los estándares europeos". De ahí que Bruselas sospeche que la motivación subyacente para encarcelarla sea la de inhabilitarla para las elecciones presidenciales que se celebrarán en otoño de este año. Sin embargo, y conociendo los antecedentes de Tymoshenko, yo no me atrevería a cuestionar las acusaciones de abuso de poder y traición a la Patria, aunque habría que reconocerle ciertos atenuantes dada la presión que sufrió en aquellos días por parte de diversos países de la UE para que pusiera fin como fuera a aquella crisis.

Pero, ante todo, lo que deberíamos cuestionarnos es si un país con semejante cuadro está preparado para dar ningún paso hacia Europa. Sin ir más lejos, hoy mismo hemos conocido los detalles de un escalofriante caso de violencia, donde estaban implicados hijos de una ex-alcaldesa y un ex-fiscal de la ciudad de Mykolaiv. Lo más espeluznante del caso, a parte de la crueldad intrínseca del crimen cometido, es que estos "hijos de" fueron rápidamente puestos en libertad, demostrando el servilismo y la poca independencia que caracteriza a la justicia ucraniana. Afortunadamente, esta vez, la presión de la sociedad ucraniana parece que va a conseguir que estos desalmados paguen por sus delitos.

Hablantes nativos de ruso en Ucrania.
Por último, quedaría por tratar todo lo referente a la presencia rusa en Ucrania. Por un lado, resulta evidente que Ucrania no respeta los derechos de la importante minoría rusa que vive en el país (aproximadamente, un 17%), al haber impuesto el idioma ucraniano como única lengua oficial del estado, desterrando al ruso de todos los ámbitos de la vida pública. Como contrapartida, Rusia posee en Sevastopol la base principal de su flota en el mar Negro, y ejerce una importante presión en el gobierno ucraniano. De hecho, no me cabe la menor duda de que si Ucrania no se ha unido todavía a la OTAN ha sido porque Rusia no le ha dado permiso.

Se ha llegado incluso a plantear que en el hipotético caso de que Ucrania acabara uniéndose a la UE en un futuro próximo, probablemente sería previa partición del país en dos, siendo el río Dniéper el que marcaría la nueva frontera. Y es que la afinidad política de la mitad oriental es claramente pro-rusa, mientras que la mitad occidental es mucho más europeísta, existiendo además claras diferencias en cuanto al desarrollo económico y poder adquisitivo entre estas mitades, siendo la parte pro-rusa mucho más rica que la parte occidental del país. En cuanto a Crimea, posiblemente cayera del lado ruso, o incluso podría formar un estado nuevo independiente.

Y, ¿si desaparecieran tanto la corrupción política y judicial, amén de las injerencias rusas? ¿Sería Ucrania un buen candidato para la ampliación de la UE? Bueno, creo que la corrupción política y judicial podría desaparecer y seguir siendo Ucrania, pero a día de hoy me resulta muy difícil concebir una Ucrania libre de toda injerencia rusa, incluso en el supuesto de la partición, por lo que sería muy poco realista pretender que Ucrania pueda integrarse satisfactoriamente en la UE a corto o medio plazo.

Bonus track: Últimamente se ha puesto de moda emplear el término "ucranio" en vez de "ucraniano". Como habréis deducido, a mí este nuevo palabro no me gusta, y no lo uso. Ahora bien, me intriga saber el porqué de esta tendencia.




lunes, 26 de marzo de 2012

Las Políticas Europeas de Vecindad I: Bielorrusia


Si algo ha caracterizado desde siempre a la Unión Europea ha sido el esfuerzo que ha realizado desde su nacimiento por mantener siempre la mejor de las relaciones posible con sus vecinos. Fruto de estos esfuerzos han sido por una lado la Ampliación Europea, y por otro la Política Europea de Vecindad. Sin embargo, del mismo modo que la Ampliación no puede ni debe mantenerse hasta el infinito, las Políticas Europeas de Vecindad también han de restringirse en ciertos casos.

Aleksandr Lukashenko
Un ejemplo de lo que hablo es Bielorrusia, un estado europeo que comparte fronteras con Polonia, Lituania y Letonia, pero con quien la UE apenas mantiene relaciones diplomáticas. A esta situación se ha llegado según la versión oficial europea porque el régimen de Aleksandr Lukashenko, en el poder desde 1994, "dista mucho de ser democrático". Las relaciones se enfriaron inmediatamente, en 1995, cuando Bielorrusia se quedó fuera de las Políticas Europeas de Vecindad; y aunque la presidencia polaca de la UE tratara de reconducir la situación a través de la creación del Eastern Partnership en el año 2008, lo cierto es que apenas si ha cambiado algo.

No es el objetivo de este post el cuestionar si hay o no una dictadura en Bielorrusia (que la hay), sino el cuestionar si las razones de la UE para romper las relaciones diplomáticas con Bielorrusia son las que dicen ser. Porque si tanto le cuesta a la UE llevarse bien con un régimen antidemocrático y déspota como el de Lukashenko, ¿cómo se explica lo bien que se ha llevado hasta el estallido de las revueltas árabes de 2011 con las dictaduras norteafricanas de Ben Ali, Gadafi y Hosni Mubarak? Igualmente, ¿cómo se explica el Estatus Avanzado del que disfruta Marruecos?

Mi propuesta como Presidente de Europa no será la de cambiar el statu quo con Bielorrusia, sino el de poner fin a los eufemismos y llamar a cada cosa por su nombre. Con Bielorrusia no hay buenas relaciones porque se trata de un régimen comunista situado a las puertas de Europa y que además es prorruso (unas veces más que otras), y deliberadamente antiestadounidense . Para más inri, ni siquiera tiene ni petróleo, o la soberanía necesaria sobre las conducciones de gas que lo atraviesan para traer el gas ruso a Europa como para resultar un socio interesante. Por todo esto, la UE le ha dado la espalda a Bielorrusia. Que tenga una dictadura o no, es sólo la excusa.


Bonus track: El pueblo bielorruso no se merece el castigo que tiene con Lukashenko, y debería de ser una prioridad de la UE derrocar ese régimen y liberar las cárceles llenas de disidentes bielorrusos cuyo único delito es pensar. La cuestión es cómo hacer eso sin provocar un conflicto grave con Rusia. Y por supuesto, cómo hacerlo sin recurrir a una intervención militar.

miércoles, 7 de marzo de 2012

¿Qué hacemos con Chipre?


Desde que en 1983 se produjera la declaración de independencia de la República Turca del Norte de Chipre (RTNC) con la indispensable colaboración de Turquía, Chipre se encuentra dividido de facto en dos estados distintos, a pesar de que en todo el mundo, sólo Turquía reconoce a la RTNC como un estado independiente. Y es esta falta de reconocimiento internacional una de las causas principales del desconocimiento general por parte de la mayoría de la población europea de la realidad socio-política chipriota.

Distribución etnográfica de Chipre en 1960
Todo comenzó mucho antes. Para no extenderme demasiado con los antecedentes, resumiré un poquito la historia empezando por la invasión y conquista otomana de la isla entre 1570 y 1571. Este acontecimiento marcó el comienzo de la migración desde Anatolia de miles de musulmanes turcos que, durante los siguientes cuatro siglos convivieron más o menos de forma pacífica, aunque sin apenas mezclarse, con la población autóctona de la isla, que era mayoritariamente de origen griego y fé ortodoxa. En 1878, como consecuencia colateral de la Guerra Ruso-Turca de 1877-1878, Chipre pasa a ser un protectorado británico; y en 1914, con el estallido de la Primera Guerra Mundial es convertido oficialmente en colonia británica. Prácticamente al mismo tiempo, las revueltas populares en el Principado de Creta culminan con la desvinculación de éste del Imperio Otomano y su integración en el estado Griego. Esta sublevación se puede considerar como la antesala de las revueltas panhelenístas en Chipre. Sin embargo, la importante minoría turca de la isla se opuso frontalmente a la posibilidad de acabar siendo una minoría étnica en un estado griego. Finalmente, en 1960 Chipre obtiene su independencia del Reino Unido, tras una serie de reuniones en las que participaron delegados británicos, turcos y griegos. Como resultado de éstas, se escribe una complicadísima Constitución para el recién nacido estado chipriota que protegiera a la minoría turca de la isla, y que impide formalmente la integración de la isla en Grecia. Así mismo, el Reino Unido conservaría dos bases militares en el territorio chipriota: Acrotiri y Dhekelia.

A lo largo de la siguiente década, las tensiones interétnicas fueron en aumento, culminando en 1974 con un golpe de estado grecochipriota. Este golpe de estado fue orquestado y apoyado desde Grecia, que en aquel momento se encontraba bajo la "Dictadura de los Coroneles", y pretendía la anexión total de la isla por parte del estado griego. La respuesta turca fue inmediata. Más de 30.000 soldados turcos invadieron el norte de la isla, expulsando a la población grecochipriota hacia el sur, y llegando a poner sitio a Nicosia. Como consecuencia de esta invasión, miles de familias grecochipriotas tuvieron que migrar al sur de la isla, al tiempo que los turcochipriotas del sur migraron hacia el norte. Actualmente, fuerzas de Naciones Unidas (UNFICYP) mantienen un área de seguridad entre el norte turco y el sur griego, que atraviesa, no sólo la isla, sino también su capital, Nicosia.

Desde entonces se han sucedido diversos intentos por parte de la ONU para reunificar la isla, todos ellos sin éxito. Además, Turquía ha amenazado en repetidas ocasiones con anexionarse la RTNC en caso de que fracasen las negociaciones de paz. La última de ellas, esta semana.

Monumento turco al Coronel Karaoglanoglu
Cuando sea Presidente de Europa, me veré obligado a tomar cartas en el asunto. Y el asunto, como ya he expuesto, es complicado. Pero a pesar de todas las dificultades que plantea la reunificación de Chipre, ése debe de ser el objetivo a perseguir, dado que cualquier otra solución pasaría por el reconocimiento de una derrota política, diplomática y militar de Europa. Ante todo, lo que no se puede consentir es que el conflicto permanezca enquistado en el olvido. Para empezar, sustituiré progresivamente las tropas de la UNFICYP por tropas del Eurocuerpo, aunque sólo sea por una simple cuestión de orgullo (los problemas de Europa, los atiende Europa). Habría que estudiar sobre el terreno y muy detenidamente si 40 años después de la invasión merece la pena luchar por un Chipre multicultural y unido, o si ya es demasiado tarde. En cualquier caso, habrá que presionar a Turquía bloqueando todas las relaciones diplomáticas y comerciales UE-Turquía a todos los niveles, para forzarla a abandonar la isla, puesto que lo que ocurrió en 1974  fue una invasión militar en toda regla. Y una invasión ilegal.

Con la retirada de las tropas turcas, los turcochipriotas tendrán dos opciones. O bien se quedan en Chipre, cuyo gobierno deberá de garantizar el respeto a la minoría turca (uno de los pilares fundamentales de la UE), o si tan turcos son, se marchan a Turquía. En este punto creo conveniente recordar que la RTNC tiene ahora mismo poco más de 200.000 habitantes, de los cuales, varias decenas de miles son militares turcos. Desgraciadamente, creo que a estas alturas, los turcochipriotas y los grecochipriotas no quieren verse ni en pintura. Así que tal vez, sean muy pocos los turcochipriotas que decidieran quedarse. En cualquier caso, de lo que no cabe la menor duda es de que al gobierno turco le supondrá menos costes económicos el realojamiento en Turquía de 200.000 personas que mantener durante otros 40 años la ocupación militar del norte de Chipre.

Por otro lado, quedaría por resolver la cuestión de las bases militares de Acrotiri y Dherkelia, que aún mantiene el Reino Unido en la isla. Aquí surgen varias posibilidades, pero ninguna de ellas es el mantenimiento de la soberanía británica. ¿Qué sentido tiene que un estado europeo tenga bases militares en otro? Es como si las Fuerzas Armadas Extremeñas tuvieran bases militares en la isla de El Hierro. Así pues, propondría que Dherkelia, por estar en la frontera con la parte turcochipriota, pasase a ser una base militar del Eurocuerpo, al mando de un general grecochipriota; mientras que restituiría de forma completa la soberanía sobre Acrotiri al gobierno chipriota, al menos mientras dure la integración de todas las fuerzas armadas europeas en el Eurocuerpo. Y todo esto, sin perjuicio de los aproximadamente 7.500 ciudadanos británicos que actualmente viven en estas bases, claro. Si se quieren quedar en la isla, se podrán quedar, siendo libres de escoger la nacionalidad chipriota o la británica.

Bonus Track: ¿Cómo es posible que Turquía sea candidato oficial para la ampliación de la UE sin que se haya solucionado el conflicto de Chipre?





viernes, 2 de marzo de 2012

La emancipación militar de Europa y el fin de la OTAN

Al término de la Segunda Guerra Mundial, la ambición de la Unión Soviética por dominar Europa del Este preocupaba y mucho al resto de países europeos. Francia, Bélgica, Luxemburgo, Reino Unido y Países Bajos fueron los primeros en apostar por la creación de una alianza militar en la Europa occidental que les otorgara un mínimo de posibilidades de mantener su independencia frente a un cada vez más agresivo "Monstruo Comunista", y juntos firmaron en marzo de 1948 el Tratado de Bruselas, en virtud del cual nacía una jovencísima Alianza Atlántica.

En principio, Estados Unidos se mostró reacio a participar de los asuntos europeos. Sin embargo, fueron suficientes un par de avances soviéticos sobre posiciones de Europa central para hacerles cambiar de opinión. Concretamente, me estoy refiriendo al "Golpe de Praga" y el bloqueo de Berlín de 1948. Estos hechos, junto con el estallido de la guerra civil en Costa Rica precipitaron (al parecer) la firma, el 4 de abril de 1949 del Tratado de Washington, por el cual se incorporaban a la Alianza no sólo Estados Unidos, sino también Canadá, Dinamarca, Islandia, Noruega y Portugal.

Llegados a este punto, me gustaría hacer hincapié en cómo hemos pasado, en poco más de un año, de Bruselas a Washington. Porque, si bien la OTAN nace en Europa, es Estados Unidos el que a partir de ese momento va a estar de facto al mando. Y, si bien es cierto que ya antes de la aparición en escena de la OTAN, Estados Unidos contaba con un importante contingente de tropas desplegadas en Europa, no es menos cierto que con el nacimiento de la OTAN este despliegue militar va a contar con una coartada sin parangón para mantener y eventualmente aumentar su presencia en Europa. De hecho, fue esta asimetría en el planteamiento de la alianza, así como la preeminencia estadounidense en ella, la que adujo Charles de Gaulle en 1959 para retirarse él y su Francia de la estrategia militar de la OTAN, recuperando el control de todas las bases militares que Estados Unidos tenía en su territorio. Y no fue hasta 2008, ya bajo la presidencia de Nicolás Sarkozy, que Francia volvió a integrarse plenamente en la Alianza.

Ahora bien, si la OTAN surge como una estrategia defensiva de una Europa famélica y en plena posguerra frente al poderío militar de la Unión Soviética, ¿qué sentido tiene mantener la Alianza hoy en día? Porque si a la desaparición de la Unión Soviética y la desintegración del Pacto de Varsovia sumamos la aparición en escena de una Unión Europea cada vez más cohesionada, tenemos razones más que suficientes para creer que Europa ya es capaz de defenderse por sí misma.

Por otra parte, resulta contradictorio que dentro de la UE haya varios estados que no forman parte de la OTAN, como son Austria, Suecia, Finlandia, Chipre y Malta. ¿Y el resto sí? No, o todos o ninguno. Y yo me inclino más por el abandono en bloque de toda la UE, lo que significaría la desintegración virtual de la Alianza, con la recuperación de todas las bases militares que a día de hoy permanecen ocupadas por Estados Unidos. Y para suplir el vacío que deje la OTAN, popondría la incorporación inmediata de todos los estados miembros de la UE en el Eurocuerpo, un cuerpo armado europeo multinacional que surgió de la cooperación franco-alemana durante la Cumbre de La Rochelle en 1992, entre François Mitterrand y Helmut Kohl, y al que se han incorporado con posterioridad Bélgica, España y Luxemburgo. Por cierto, la sede de los cuarteles generales del Eurocuerpo está en Estrasburgo. Así pues, con la reinvención de este ejército y su elevación a la categoría de Fuerzas Armadas de la UE, creo que se compensaría lo suficiente a Francia por la eliminación de las sesiones parlamentarias en la capital alsaciana.

Con la desintegración de la OTAN y la incorporación al Eurocuerpo del resto de miembros de la UE, la Unión adquiriría plena independencia militar. Independencia que, a día de hoy está como poco en entredicho.

Bonus Track: Soy conocedor de los deseos de Irlanda por mantener su posición neutral en cualquier conflicto futurible. Y yo no voy a obligar a nadie a meterse en una guerra ajena. No obstante, Irlanda tiene un ejército, y de lo que se trata es de que éste se integre con el resto de efectivos europeos en un mismo cuerpo, y bajo un mismo mando. Y la integración, en mi Europa, no será negociable.


martes, 28 de febrero de 2012

La solución Europea al "Problema Belga".


La unidad de Bélgica como Estado se ha visto comprometida recientemente. Las elecciones anticipadas celebradas el 13 de Junio de 2010 tuvieron como principal vencedor al partido Nueva Alianza Flamenca (N-VA), que aboga por la independencia de Flandes del resto del país. Además, la profunda división existente entre valones (francófonos) y flamencos (neerlandófonos) ha impedido la formación de un Gobierno hasta diciembre de 2011, año y medio después de las elecciones.

En realidad, los problemas de Bélgica como Estado unitario vienen de lejos. Desde su independencia de los Países Bajos en 1830 hasta el día de hoy, las divisiones internas entre francófonos y neerlandófonos no han hecho más que incrementarse. Y en vez de realizar un esfuerzo para la integración de las dos comunidades, los sucesivos gobiernos del país pareciera que han hecho justo todo lo contrario. De hecho, en el momento de la emancipación de Bélgica, el neerlandés se vio fuertemente desplazado y despreciado por la élite económica de clara mayoría francófona. Y no fue hasta el último tercio del siglo veinte que lograron equipararse en derechos con sus vecinos del sur. Para completar el rompecabezas, existe una tercera comunidad lingüística en el país reconocida constitucionalmente, y que apenas representa el 1% de la población. Se trata de la Comunidad Germanófona, al este de Valonia, que ocupa los llamados Cantones del Este y que al término de la Primera Guerra Mundial y en virtud del Tratado de Versalles fueron entregados en 1920 a Bélgica por la derrotada Alemania.

El intrincado sistema político belga ha propiciado que en Valonia sólo se presenten partidos políticos francófonos y en Flandes sólo lo hagan partidos neerlandófonos, por lo que el resultado final de las elecciones se transforma en un pulso norte-sur donde priman más los intereses regionalistas que los del Estado en su conjunto.

El principal punto de desencuentro entre los independentistas flamencos y los valones es el distrito electoral de Bruselas-Halle-Vilvoorde (BHV). Este distrito resulta realmente excepcional al comprender la ciudad de Bruselas, eminentemente francófona (aunque oficialmente bilingüe) más la parte occidental del Brabante Flamenco. Además, Bruselas es la sede del Gobierno Regional de Flandes, capital de la Comunidad Neerlandófona, de la Comunidad Francófona y del Estado Federal. Por contra, la capital de Valonia es Namur. En principio, Flandes reclama la inhabilitación de los partidos francófonos para presentarse en esta región, al considerar que se encuentra enclavada en su área de dominio lingüistico. Pero obviamente, Valonia rechaza esta injerencia, dado que en Bruselas la mayoría de la población es francófona.

A todo esto hay que sumar las tensiones pro-independentistas flamencas. Dudo mucho que si no son capaces de ponerse de acuerdo sobre qué partidos pueden o no presentarse a unas elecciones en la región de BHV, vayan a estarlo a la hora de decidir quién de las dos ha de quedarse con Bruselas si se diera la escisión de Flandes.

No hay que olvidar que Bruselas es la sede del Parlamento Europeo, y que sobre ella quiero construir La Gran Capital Europea. Por tanto, mi propuesta como Presidente de Europa sería lo más salomónica posible: ni para Flandes ni para Valonia. Bruselas pasaría a ser un territorio independiente, un Distrito Federal, a imagen y semejanza de lo que ocurre actualmente con Washington D.C. en los Estados Unidos, Camberra en Australia o Brasilia en Brasil (por citar sólo algunos ejemplos).

Y ahora, ¿qué hacemos con Valonia y Flandes? Bueno, mi preferencia es que se integraran la primera en Francia y la segunda en los Países Bajos. Así ahorraríamos complicarnos la vida en las instituciones europeas aumentando innecesariamente el número de estados miembros. De forma opcional, la Comunidad Germanófona podría volver a Alemania. Sin embargo, esta situación ideal podría ser ampliamente rechazada por las partes implicadas, por lo que habría que considerar la posibilidad de que una o ambas regiones se constituyeran finalmente como nuevos estados europeos. Aunque insisto, la opción preferente es la de su integración en los estados vecinos. Y si la razón subyacente de todos sus desencuentros es la cuestión idiomática, ¿qué podrían objetar ahora?

Bonus Track: No quiero alargar mucho el post, pero no puedo dejar de comentar una implicación colateral de la disolución de Bélgica como estado; y es que propiciaría la desaparición de una monarquía europea. Bajo mi punto de vista, todo ventajas, pues considero la monarquía una forma de gobierno anacrónica y antidemocrática que no debiera de tener cabida en una Europa moderna, fuerte y unida.


lunes, 27 de febrero de 2012

Los Pilares de mi Europa II: El Euro

Recuerdo con especial emoción la cena de nochevieja de 2001. Aquella noche, además de despedir el año, estábamos a punto de despedirnos de nuestras pesetas. O, más concretamente, a punto de darle la bienvenida al euro a nuestros bolsillos. Porque, si bien es cierto que el Euro había nacido dos años antes para la Banca y los Mercados Financieros mundiales, no fue hasta esa noche que los pudimos ver, tocar y tener en nuestras billeteras.

Estonia, último estado en adoptar el euro.
En aquél momento resultaba perfectamente comprensible, aunque algo decepcionante, que hubieran tres estados miembros de la UE que no hubieran apostado por adoptar el euro en esa noche. Estoy hablando del Reino Unido, Suecia y Dinamarca, que aún hoy en día, once años después, mantienen sus respectivas monedas nacionales. 

Si bien es cierto que estos tres estados no son a día de hoy los únicos miembros de la UE que no forman parte de la Eurozona, lo que les diferencia del resto, es que si no han adoptado el euro aún ha sido porque no les ha dado la gana.

En 2002 había cierto recelo sobre el futuro del Euro, sobretodo en lo referente a su futuro comportamiento en los mercados bursátiles con respecto al dólar. Y ese miedo sirvió de excusa para que estos tres estados europeos no se vieran obligados a adoptar el euro hace, repito, once años ya. A mi entender, esta situación resulta poco menos que anómala en estas fechas, además de poco beneficiosa para la imagen internacional de la UE en su conjunto y del Euro en particular. 

  1. Azul: Eurozona.
  2. Verde: Miembros de la UE que aún no han adoptado el euro.
  3. Morado: Estados fuera de la UE que usan el euro.
A diferencia del Reino Unido y a Dinamarca, y en virtud del Tratado de Maastricht firmado en 1991, Suecia está obligada a adoptar el Euro en el futuro, "una vez que haya alcanzado las condiciones necesarias". Esto es así dado que se incorporó a la UE con posterioridad a la firma de dicho tratado, en 1995. No obstante, la subjetividad subyacente en los términos de Maastricht y que la adhesión al MTC-II (paso previo y necesario actualmente para poder adoptar el euro) es per se voluntaria, ha podido, hasta ahora mantener sus coronas suecas. De hecho, los suecos ya rechazaron en un referéndum llevado a cabo en 2003 la adopción del Euro y nada parece indicar que de repetir el referéndum hoy en día el resultado fuese distinto.

Por contra, Reino Unido y Dinamarca ya formaban parte de la UE en 1991 cuando se firmó el Tratado de Maastricht. Sin embargo, negociaron clausulas en virtud de las cuales se les ha permitido hasta ahora permanecer fuera de la Eurozona.

Como Presidente de Europa, cuando lo sea, una de mis prioridades será la ampliación de la Eurozona, extendiéndola hasta los límites de la UE, de forma que todo estado miembro de la Unión adopte el euro. Y, al igual que lo expuesto con anterioridad para Schengen, si un estado miembro no desea adoptar el Euro llegada una fecha concreta, me vería obligado a mostrarle el camino de salida, expulsándolo de la UE con todo el dolor de mi corazón. Simplemente, porque no se puede estar dentro y fuera al mismo tiempo.

Sede del BCE en Frankfurt
¿Y los estados que no cumplan con los criterios de Maastricht? Igualmente, les haría adoptar el euro con la mayor brevedad posible. No termino de entender tanta burocracia y requisitos para poder adoptar el Euro, si nada nos garantiza que, una vez dentro de la Eurozona, cualquier estado pueda desbandarse por la senda de la inflación y el déficit público. Como tampoco entenderé nunca que la forma de prevenir esto sea amenazando con sanciones económicas que para nada ayudarían al estado infractor a relanzar su economía.

Huelga decir que no tengo ningún problema con que los estados que actualmente utilizan el euro sin ser parte de la UE (Andorra, Mónaco, Ciudad del Vaticano, San Marino, Montenegro, y Kosovo) lo sigan utilizando. Independientemente de que todos ellos figuren en mi Agenda para la Ampliación.


lunes, 20 de febrero de 2012

Los pilares de mi Europa I: Schengen.

En ocasiones, hay que tomar decisiones duras. Decisiones que bien pueden ser políticamente incorrectas o simplemente no del gusto de todo el mundo. Bien, pues ser capaz de tomar esas decisiones es lo que marca la diferencia entre un líder y un advenedizo. Y a mí no me va a temblar la mano ni la voz a la hora de afrontar el futuro de lo que será mi Europa cuando yo sea el Presidente.

Para mí, los dos pilares fundamentales sobre los que debemos construir Europa son el Euro y Schengen. Dos pilares a los que no podemos renunciar, y cuya defensa, mantenimiento y fortalecimiento debe corresponder a Bruselas. Entiéndase, por supuesto, que cuando digo Bruselas me refiero a ésta como la sede física del Gobierno Europeo.

Me parece poco menos que aberrante que en la Unión Europea existan dos estados, Irlanda y Reino Unido, que no hayan ratificado los Acuerdos de Schengen porque no les ha dado real la gana. Y peor aún que desde las instituciones europeas no se presione de ninguna manera a éstos para que se adhieran a estos acuerdos con la mayor brevedad posible. Al menos esa es la impresión general, de modo que si estuviera equivocado y esta presión existiera, ésta es, además de ineficaz, totalmente imperceptible. La incongruencia se acentúa al haber países que, sin ser miembros de la UE sí forman parte de Schengen, como son Suiza, Noruega e Islandia. A esto no tengo nada que objetar, al menos de momento. Por otro lado, da mucho que pensar el hecho de que a pesar de su gravedad para la buena salud de Europa, éste sea un asunto bastante desconocido por la población en general. Desconocimiento que además se da tanto dentro de la UE, como fuera de nuestras fronteras.

Distinto es el caso de Rumanía, Bulgaria y Chipre, países que, por no estar aún lo suficientemente preparados, no han sido autorizados a formar parte de Schengen. Aún así, su situación no deja de ser paradójica. Si son Europa, han de serlo al cien por cien. Hasta la última consecuencia. Y si por ellos mismos no son capaces de garantizar la seguridad de sus fronteras internacionales, Bruselas deberá de prestar todo el apoyo logístico y económico necesario para poder eliminar los controles aduaneros entre éstos Estados miembros y el resto de la UE.

Monumento dedicado a Schengen.


Pues bien, cuando yo sea el Presidente de Europa, Schengen será de obligado cumplimiento para todos los estados de la UE. Aquellos países que aún no formen parte de él por no haber alcanzado los estándares de calidad mínimos en sus aduanas, recibirán todo el apoyo necesario de Bruselas. Y si Irlanda o Reino Unido no están de acuerdo con pertenecer a Schengen, entenderé que tampoco quieren pertenecer a la UE, y con todo el dolor de mi corazón les mostraré la puerta.

Bonus track: A propósito de Rumanía y Bulgaria, recuerdo que cuando entraron en la UE el 1 de enero de 2007, les fue impuesta a sus ciudadanos una moratoria de dos años para poder trabajar libremente en otros estados de la Unión. Aquello respondía al miedo que tenían estados más ricos de que se produjera una avalancha migratoria que pudiera colapsar sus propios mercados laborales. Pero no se ajustaba a la realidad, puesto que en muchos estados miembros, la población rumana y/o búlgara ya representaba una muy importante minoría. En concreto, recuerdo con especial dolor el caso de Viktor, un ciudadano búlgaro asentado en mi pueblo desde hacía año y medio que en octubre de 2008 vino a mi casa a pedirle trabajo a mi padre en la vendimia. Él y su familia estaban pasando hambre, y en el campo había trabajo. Pero mi padre no pudo contratarlos al estar vigente la susodicha moratoria.

jueves, 16 de febrero de 2012

Trabajo que me quitan.

Me acabo de llevar una pequeña sorpresa. Según he leído en El Mundo, parece que los eurodiputados han votado a favor de que el Parlamento Europeo tenga una sola sede. A lo mejor, cuando yo sea el Presidente de Europa decido mandar al Parlamento directamente a la papelera de reciclaje, pero en caso de no hacerlo, lo que no iba a tolerar es que siguieran con la tontería de reunirse unas veces en Bruselas y otras en Estrasburgo. El ahorro en viajes y dietas que supondría fijar la sede del PE, teniendo en cuenta que en total son 754 eurodiputados los que hasta ahora deben desplazarse de Bruselas a Estrasburgo y de Estrasburgo a Bruselas mínimo una vez por mes no es nada desdeñable. Máxime cuando lo señores eurodiputados no aceptan viajar en clase turista. Esto último es materia de un post entero, así que no lo desarrollaré más, pero un pelín caraduras sí que me parecen. Fijo que si se pagaran ellos el avión volaban con Ryan Air. En concreto, cálculos del propio PE cifran en 180 millones de euros anuales los costes derivados de la duplicidad de sedes.

Lo que no ha quedado claro todavía es qué ciudad será la sede permanente del PE si finalmente acuerdan fijar una sede única. Pero por si acaso, Francia ya ha protestado formalmente, no vaya a ser que la idea sea fijar la sede en Bruselas. A mí, en realidad me da igual una ciudad que otra, pero casi preferiría Bruselas. No por fastidiar a los franceses, que también, sino porque me gustaría ver a Bruselas como la Gran Capital Europea. Es más, uno de los pilares fundamentales de mi mandato será hacer de Bruselas la Gran Capital Europea. Suena bien. Y para eso, es necesario que la ciudad vaya adquiriendo símbolos, poderes y privilegios de capital.

Lo de Estrasburgo quedó estupendamente en su momento, puesto que la ciudad está situada en una región históricamente muy disputada entre Francia y Alemania. Muchísimo simbolismo para cerrar las heridas de la Segunda Guerra Mundial y tal; pero habiéndose cerrado ya todas las heridas (o casi), no tiene mucho sentido mantener algo que resulta tan caro y aporta tan poco.

Y muy mal por parte de Francia protestar por algo que nos beneficia a todos. Aunque creo que no les queda más remedio que protestar.

Nos leemos!

Introducción.


Desde hace bastante tiempo, tanto que ya no sabría precisar cuánto, cada vez que he visto u oído alguna mala noticia, relacionada o no con la política europea, he terminado haciendo el comentario de que "cuando yo sea El Presidente de Europa, estas cosas no pasarán".
                                                                                                                                                           
La realidad es que no tengo ningún interés por ser "Presidente de Europa", ni tan siquiera me siento cualificado. Ahora bien, viendo lo que hacen muchos de nuestros políticos (desde el alcalde del pueblo vecino hasta el ministro de Educación, Cultura y Deporte, pasando por el presidente de la Diputación Provincial de turno), entenderéis que por muy mal que pudiera yo desempeñar el cargo, no "desentonaría" demasiado.

Sí, ya sé que el cargo de Presidente de Europa como tal no existe, ni se ajusta a la legislación vigente. Actualmente, Herman Van Rompuy es el "Presidente del Consejo Europeo", un cargo que parece ser mucho más simbólico que otra cosa, independientemente de las funciones que realmente realice. No, yo hablo de ser un Presidente Omnipotente, capaz de hacer y deshacer leyes con el chasquido de sus dedos, y con jurisdicción universal a nivel europeo. Lo imprescindible para poder hacer todos los cambios, grandes y pequeños, que considere necesarios para crear la Europa de mis sueños.

Quiero dejar claro que este blog no está pensado para ser un ideario político, ni con fines propagandísticos, sino para ser un divertimento mío. Una coña. O más concretamente, una colección de coñas o tontás que se me han ido ocurriendo a lo largo de los últimos años y que un día, sin premeditación ni alevosía, me decidí a recopilar. A lo largo de este blog iré contándoos de qué manera afrontaría los pequeños y grandes problemas de nuestra Europa si tuviese el poder necesario para hacerlo. Como he apuntado antes, mi formación académica tal vez no sea la más adecuada para el cargo. Y por eso he de pedir disculpas si alguna de mis ocurrencias atenta contra el Derecho Internacional, la Economía básica de primero de carrera o contra la Educación Cívica y Constitucional.

                                                                                                                     

Advertencia: Absténganse de comentar en este blog aquellos que se tomen en serio las coñas que escribo. Trataré de plantear mis tontás como si fueran ideas muy serias, y muy meditadas. Pero no os equivoquéis, no son más que eso, tontás, y soy muy consciente de ello. Además, lo más probable es que jamás haya nadie en Europa con poder suficiente para tomar ninguna decisión de forma unilateral. Y dado que en ningún caso ese iba a ser yo, mejor que así sea.

                                                                                                                     

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Nos leemos!