miércoles, 7 de marzo de 2012

¿Qué hacemos con Chipre?


Desde que en 1983 se produjera la declaración de independencia de la República Turca del Norte de Chipre (RTNC) con la indispensable colaboración de Turquía, Chipre se encuentra dividido de facto en dos estados distintos, a pesar de que en todo el mundo, sólo Turquía reconoce a la RTNC como un estado independiente. Y es esta falta de reconocimiento internacional una de las causas principales del desconocimiento general por parte de la mayoría de la población europea de la realidad socio-política chipriota.

Distribución etnográfica de Chipre en 1960
Todo comenzó mucho antes. Para no extenderme demasiado con los antecedentes, resumiré un poquito la historia empezando por la invasión y conquista otomana de la isla entre 1570 y 1571. Este acontecimiento marcó el comienzo de la migración desde Anatolia de miles de musulmanes turcos que, durante los siguientes cuatro siglos convivieron más o menos de forma pacífica, aunque sin apenas mezclarse, con la población autóctona de la isla, que era mayoritariamente de origen griego y fé ortodoxa. En 1878, como consecuencia colateral de la Guerra Ruso-Turca de 1877-1878, Chipre pasa a ser un protectorado británico; y en 1914, con el estallido de la Primera Guerra Mundial es convertido oficialmente en colonia británica. Prácticamente al mismo tiempo, las revueltas populares en el Principado de Creta culminan con la desvinculación de éste del Imperio Otomano y su integración en el estado Griego. Esta sublevación se puede considerar como la antesala de las revueltas panhelenístas en Chipre. Sin embargo, la importante minoría turca de la isla se opuso frontalmente a la posibilidad de acabar siendo una minoría étnica en un estado griego. Finalmente, en 1960 Chipre obtiene su independencia del Reino Unido, tras una serie de reuniones en las que participaron delegados británicos, turcos y griegos. Como resultado de éstas, se escribe una complicadísima Constitución para el recién nacido estado chipriota que protegiera a la minoría turca de la isla, y que impide formalmente la integración de la isla en Grecia. Así mismo, el Reino Unido conservaría dos bases militares en el territorio chipriota: Acrotiri y Dhekelia.

A lo largo de la siguiente década, las tensiones interétnicas fueron en aumento, culminando en 1974 con un golpe de estado grecochipriota. Este golpe de estado fue orquestado y apoyado desde Grecia, que en aquel momento se encontraba bajo la "Dictadura de los Coroneles", y pretendía la anexión total de la isla por parte del estado griego. La respuesta turca fue inmediata. Más de 30.000 soldados turcos invadieron el norte de la isla, expulsando a la población grecochipriota hacia el sur, y llegando a poner sitio a Nicosia. Como consecuencia de esta invasión, miles de familias grecochipriotas tuvieron que migrar al sur de la isla, al tiempo que los turcochipriotas del sur migraron hacia el norte. Actualmente, fuerzas de Naciones Unidas (UNFICYP) mantienen un área de seguridad entre el norte turco y el sur griego, que atraviesa, no sólo la isla, sino también su capital, Nicosia.

Desde entonces se han sucedido diversos intentos por parte de la ONU para reunificar la isla, todos ellos sin éxito. Además, Turquía ha amenazado en repetidas ocasiones con anexionarse la RTNC en caso de que fracasen las negociaciones de paz. La última de ellas, esta semana.

Monumento turco al Coronel Karaoglanoglu
Cuando sea Presidente de Europa, me veré obligado a tomar cartas en el asunto. Y el asunto, como ya he expuesto, es complicado. Pero a pesar de todas las dificultades que plantea la reunificación de Chipre, ése debe de ser el objetivo a perseguir, dado que cualquier otra solución pasaría por el reconocimiento de una derrota política, diplomática y militar de Europa. Ante todo, lo que no se puede consentir es que el conflicto permanezca enquistado en el olvido. Para empezar, sustituiré progresivamente las tropas de la UNFICYP por tropas del Eurocuerpo, aunque sólo sea por una simple cuestión de orgullo (los problemas de Europa, los atiende Europa). Habría que estudiar sobre el terreno y muy detenidamente si 40 años después de la invasión merece la pena luchar por un Chipre multicultural y unido, o si ya es demasiado tarde. En cualquier caso, habrá que presionar a Turquía bloqueando todas las relaciones diplomáticas y comerciales UE-Turquía a todos los niveles, para forzarla a abandonar la isla, puesto que lo que ocurrió en 1974  fue una invasión militar en toda regla. Y una invasión ilegal.

Con la retirada de las tropas turcas, los turcochipriotas tendrán dos opciones. O bien se quedan en Chipre, cuyo gobierno deberá de garantizar el respeto a la minoría turca (uno de los pilares fundamentales de la UE), o si tan turcos son, se marchan a Turquía. En este punto creo conveniente recordar que la RTNC tiene ahora mismo poco más de 200.000 habitantes, de los cuales, varias decenas de miles son militares turcos. Desgraciadamente, creo que a estas alturas, los turcochipriotas y los grecochipriotas no quieren verse ni en pintura. Así que tal vez, sean muy pocos los turcochipriotas que decidieran quedarse. En cualquier caso, de lo que no cabe la menor duda es de que al gobierno turco le supondrá menos costes económicos el realojamiento en Turquía de 200.000 personas que mantener durante otros 40 años la ocupación militar del norte de Chipre.

Por otro lado, quedaría por resolver la cuestión de las bases militares de Acrotiri y Dherkelia, que aún mantiene el Reino Unido en la isla. Aquí surgen varias posibilidades, pero ninguna de ellas es el mantenimiento de la soberanía británica. ¿Qué sentido tiene que un estado europeo tenga bases militares en otro? Es como si las Fuerzas Armadas Extremeñas tuvieran bases militares en la isla de El Hierro. Así pues, propondría que Dherkelia, por estar en la frontera con la parte turcochipriota, pasase a ser una base militar del Eurocuerpo, al mando de un general grecochipriota; mientras que restituiría de forma completa la soberanía sobre Acrotiri al gobierno chipriota, al menos mientras dure la integración de todas las fuerzas armadas europeas en el Eurocuerpo. Y todo esto, sin perjuicio de los aproximadamente 7.500 ciudadanos británicos que actualmente viven en estas bases, claro. Si se quieren quedar en la isla, se podrán quedar, siendo libres de escoger la nacionalidad chipriota o la británica.

Bonus Track: ¿Cómo es posible que Turquía sea candidato oficial para la ampliación de la UE sin que se haya solucionado el conflicto de Chipre?





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